martes, 10 de abril de 2007

Estrabismo

¿QUÉ ES EL ESTRABISMO?

El estrabismo es una desviación de los ojos así los dos ojos se encuentran apuntando en diferentes direcciones. Aunque es una condición frecuente que afecta a un cuatro por ciento de la población infantil, puede aparecer posteriormente durante la vida. La desviación puede ser permanente y siempre apreciable, o puede ir y venir, pareciendo normal unas veces y anormal otras. Un ojo puede estar recto mirando al frente mientras que el otro ojo está girado hacia dentro, fuera, arriba o abajo. En otros casos, el ojo puede estar recto en algunas ocasiones, y en otras el ojo dominante puede desviarse.

Causas y Síntomas
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El cerebro controla los músculos oculares. Este hecho explica el porqué los niños con parálisis cerebral, síndrome de Down, hidrocefalias o alteraciones neurológicas padecen a menudo un estrabismo. Por otra parte, si la visión de un ojo es borrosa a causa de una catarata o una lesión, entonces el ojo tenderá a desviarse ya que si no ve bien no tiene el estímulo para alinear la vista.

El primer síntoma o signo que se aprecia es que el ojo no está recto. A veces, las personas jóvenes cierran un ojo ante el brillo de luz del sol y esto puede indicar una falta o pobre percepción de profundidad. Algunos niños buscan giros o inclinaciones de cabeza para compensar el estrabismo y buscar una posición en la que los ojos estén funcionando juntos y alineados.

Los padres a menudo tienen la falsa impresión que los niños pueden agravar o acentuar el problema, pero aunque sí que es cierto que la fatiga, el cansancio o el estrés pueden empeorar de forma transitoria el estrabismo, los niños no agravan el estrabismo a voluntad. Una vez se sospeche de la posible desviación de un ojo, es necesario un examen preciso por parte del oftalmólogo para determinar la causa y empezar el tratamiento.

Tratamiento

Los objetivos del tratamiento son los de mantener la agudeza visual, alinear los ojos y reestablecer la visión binocular. El tratamiento del estrabismo depende directamente de la causa que lo provoque. Puede estar dirigido hacia la solución de un desequilibrio muscular, la extracción de unas cataratas u otras condiciones que puedan provocar que un ojo se desvíe. Después de un minucioso examen, incluyendo la evaluación de las estructuras internas del ojo, el oftalmólogo debe recomendar el tratamiento óptico, médico o quirúrgico apropiado. La oclusión del ojo dominante estimula el uso del ojo ambliope y puede ser necesario para reestablecer la visión.

En la cirugía para endotropia, los músculos que se encargan de la función de llevar el ojo hacia la nariz, son insertados a una posición más posterior dejándolos más débiles, y así compensar el desequilibrio respecto a los músculos que realizan la función contraria.

Otro tipo de endotropia frecuente en los niños después de los dos años es el causado por la necesidad de una corrección óptica. Estos pacientes son hipermétropes y tienen la capacidad de forzar los mecanismos de enfoque para compensar la hipermetropía, permitiéndoles ver bien de lejos y de cerca. El sobreesfuerzo excesivo que deben realizar para enfocar las imágenes les provoca que el ojo se desvíe hacia la nariz. Llevando las gafas se iguala, disminuye y equilibra el esfuerzo realizado con sus ojos, así desparece o se corrige parcialmente la desviación ocular. Ocasionalmente, fármacos o unas lentes especiales denominadas prismas, pueden utilizarse para ayudar a una focalización adecuada y en otros casos, ejercicios visuales (ortóptica) son necesarios para ayudar a los niños a controlar sus ojos.

La cirugía del estrabismo normalmente es un tratamiento seguro y eficaz, pero no sustituye a las gafas o a la terapia de ambliopía.

Durante la cirugía se realiza una pequeña incisión que permite el acceso a los músculos para poder modificar su oposición y con ello las fuerzas de tracción que ejercen sobre los ojos. La selección del músculo o músculos que deben ser operados depende de la dirección hacia dónde se desvíe el ojo. A pesar de una evaluación clínica meticulosa y la selección de la técnica quirúrgica adecuada, puede suceder que tras el tratamiento los ojos queden más alineados pero no perfectos. En estos casos, el ajuste fino y preciso depende de la coordinación entre los ojos y su interpretación en el cerebro, algo que puede mejorarse con ejercicios de terapia visual. Algunos pacientes pueden necesitar tras la cirugía el uso de prismas o gafas correctoras.

En los últimos años se está aplicando otro tipo de cirugía mediante la inyección de toxina Botulínica para relajar el músculo y permitir una mejor motilidad.
Para ampliar información sobre el control de los músculos oculares por medio del cerebro entrar en: http://es.wikipedia.org/wiki/Ojo

Fiama Chiacchiari Sofia Condurso